Cansados de los tratamientos tradicionales, cada vez son más los adultos con hijos que buscan una alternativa eficaz a los problemas médicos de niños y bebés. Tanto es así, que la demanda en tratamientos osteopáticos ha aumentado considerablemente en las últimas décadas.

Madres cansadas de escuchar a sus pediatras decir que los cólicos del lactante forman parte de la crianza de sus hijos, agobiadas por el llanto continuo de sus niños y la imposibilidad de calmar a los mismos, han optado por esta alternativa. Este tratamiento se aplica con especial suavidad, prestando especial atención a conseguir la relajación de músculos estomacales y trabajando en cada una de las partes del cuerpo de nuestros bebés sometidas a tensión; tensión provocada en numerosas ocasiones por esfuerzos excesivos durante el parto que afectan también a las cabecitas de los niños.

Asimismo, este tipo de práctica médica se lleva a cabo hasta bien entrada la pubertad, ya que hasta esta edad la estructura corporal experimenta múltiples cambios, siendo éstos la consecuencia de muchas patologías.

Pero la osteopatía va más allá, ya que incluso las mamás pueden disfrutar de los beneficios que ofrece la misma durante el período gestacional. Es lo que entre los osteópatas se conoce como osteopatía gestacional.